ORGANIZACIÓN
Asociación Solidaria Universitaria (ASU) es una ONG formada por y para jóvenes que nace en Madrid en el año 2007 como resultado de la inquietud de varios universitarios por ayudar a los demás. Para más información sobre ASU, se puede consultar nuestra página web: www.asuong.org.
VOLUNTARIADO EN ESPAÑA
Como nos gusta decir en ASU, el voluntariado de verano es un premio después de mucho trabajo durante el curso. Y es que no hace falta irse lejos de casa para echar una mano. Por ello, a lo largo del año, ASU organiza en Madrid diversas actividades de voluntariado en las que participan cientos de jóvenes, tanto integrantes de la ONG como familiares, amigos y amigas, novios y novias, etc. Estos proyectos son de carácter tanto regular como puntual y generalmente tienen lugar los fines de semana, con un empujón en Navidad, por lo que están abiertos a todo el mundo que quiera colaborar y pasar un buen rato echando una mano. ¡Síguenos en redes sociales y en nuestra web para estar al día!
VOLUNTARIADO EN BURUNDI
Además de nuestro voluntariado regular en Madrid, ASU centra su actividad durante el año en recaudar fondos a través de distintos eventos y donaciones para los programas de cooperación que llevamos a cabo en Burundi y Nicaragua. Estos programas se dividen en dos patas: cooperación al desarrollo y voluntariado.
1) En lo que se refiere a cooperación al desarrollo, a lo largo de estos años hemos podido llevar a cabo diversos programas de cooperación centrados en los ámbitos de la educación y sanidad, principalmente en Burundi: construcción de una escuela, un pozo y un centro materno infantil en Ndava (Muhanga), colaboración con la universidad de Ngozi y con diversos hospitales, implantación de programas de becas, etc.
2) En cuanto al voluntariado, se desarrolla la información a continuación.
ASPECTOS PRÁCTICOS
Podéis encontrar toda la información relativa a nuestros campamentos de verano en el siguiente enlace: https://www.asuong.org/que-hacemos/voluntariado/
En resumen, la información más reseñable es la siguiente:
· ¿Dónde? En Ngozi, Kirundo y Bujumbura (Burundi).
· ¿Cuándo? Un mes en verano. Organizamos dos viajes: uno en julio (para universitarios) y otro en agosto (para profesionales).
· ¿Número de voluntarios? Entre 10 y 25, mixto.
· ¿Cómo aplicar? Todos los años, recibimos cientos de solicitudes para participar en nuestros viajes de verano. Como nuestra capacidad es limitada y nuestra filosofía se basa en organizar grupos pequeños de viaje, nos vemos obligados a realizar una cuidadosa selección de los voluntarios que finalmente pueden participar en el voluntariado de verano. Para ello, seleccionamos a los voluntarios atendiendo a los méritos del trabajo realizado durante el año con ASU en Madrid y con una entrevista personal previa.
· ¿Cuándo aplicar? Conviene contactarnos al menos 3 meses antes del verano pues el grupo se suele cerrar en el mes de abril para que los voluntarios puedan involucrarse en la organización del viaje.
· ¿Tipo de voluntariado? El voluntariado de ASU se centra en llevar a cabo distintas actuaciones sociales y humanitarias. El proyecto se centra en la organización de un campamento para niños, que incluye refuerzo escolar, comedor, juegos y actividades deportivas. Además, se llevan a cabo muchas otros proyectos, como la impartición de cursos de inglés en la universidad y la colaboración en los hogares de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, atendiendo a bebés huérfanos y personas en exclusión social.
· ¿Perfil de los voluntarios? ASU se caracteriza por su espíritu abierto y por la heterogeneidad de las personas que la componen. A lo largo de estos años, hemos tenido la suerte de contar con gente de todo tipo de perfiles y edades, siendo nuestro único rasgo común las ganas de echar una mano.
· ¿Viaje católico? Como se explica en el punto anterior, ASU está compuesta por voluntarios de muy distintas creencias y no existe ningún criterio para formar parte de la asociación ni del voluntariado más allá de aspirar a cambiar el mundo. No obstante, para aquellos voluntarios católicos, existe la posibilidad de asistir a Misa voluntaria todos los días y de participar en charlas de formación espiritual.
· Otra información de interés: Se necesita visado (on arrival) y vacunas para viajar a Burundi.
Vídeo Presentación de ASU ONG
EXPERIENCIA PERSONAL
Hace ya muchos años de mi primer viaje a Burundi con ASU. Cuando fui invitado a relatar mis experiencias en Mapayuda, la verdad es que me pilló un poco por sorpresa, ya que no sabía hasta qué punto unos cuantos viejos recuerdos podrían resultar de utilidad a nadie. Tras darle alguna que otra vuelta al asunto y estar a punto de declinar la invitación un par de veces, pensé que el poco y único valor añadido que podría tener mi testimonio podría ser el de darle algo de perspectiva al voluntariado que se lleva a cabo en ASU. Eso es lo que he intentado en estas breves líneas, probablemente sin éxito, así que vayan mis disculpas por adelantado.
Es habitual escuchar en el mundo del voluntariado frases del tipo, "fue el viaje que cambió mi vida"‚ "he recibido mucho más de lo que he dado"‚ o "qué sería del océano sin mi gota". Casi todos las hemos pronunciado más de una vez, generalmente al poco de regresar a nuestros hogares, dejándonos llevar probablemente por la emoción del momento. Lamentablemente, es muy habitual también que esas frases desaparezcan de nuestras vidas con la misma rapidez con la que llegaron. Unas fotos olvidadas en redes sociales, un renglón al final de nuestro currículum y una bonita historia que contar en las copas de los próximos años. Y esto nos ha pasado a todos, y a mí el primero, lo reconozco.
No dudo que todo viaje de voluntariado sea una vivencia única, ni tampoco que ningún viaje sea mejor que otro o que resulte casi imposible no volver trasformado de una experiencia así. Es indiscutible que nadie juzga el verdadero impacto de un viaje de voluntariado en nuestras vidas mejor que uno mismo. Pero también es cierto que los hechos suelen pesar generalmente más que las palabras: si tu vida ha cambiado de verdad, tus actos serán la mejor expresión de ese cambio; si es cierto que estás en deuda por todo lo recibido, probablemente estarás más ocupado en devolver esa deuda que en pregonarlo a los cuatro vientos.
Recientemente, se han cumplido 10 años del primer viaje que hicimos a Burundi, y por suerte algunos de nosotros pudimos celebrarlo... en Burundi. ¿Cómo valorar si aquel primer viaje fue una buena experiencia de voluntariado más allá de haber ayudado mucho y haberlo pasado muy bien? ¿Cómo juzgar si aquel viaje tuvo un impacto real en nuestras vidas? ¿Cómo saber si soy imparcial recomendándolo o desaconsejándolo?
No es fácil hallar una respuesta clara. Probablemente, la única forma de saberlo sea analizando cómo afectó aquel verano a nuestras vidas ahora que han transcurrido tantos años, que no es poca perspectiva, y, en cualquier caso, es toda la que tenemos. Muchos de nosotros hemos tenido la suerte de volver a Burundi. Algunos incluso más de diez veces, algunos se fueron a vivir allí una temporada, algunos se llevaron a sus padres y a sus hermanos y algunos se prometieron en Burundi... Otros siguieron ayudando en otras organizaciones y en otros países.
La última de mis intenciones sería poner ningún tipo de medalla a estos voluntarios, que tan sólo se dejaron llevar por sus ganas de ayudar y que además no habrían cambiado estas vivencias por nada del mundo. Por otra parte, es difícil saber cómo habrían sido nuestras vidas sin aquella experiencia, por lo que resulta imposible determinar si Burundi fue el detonante de todo lo que vino después. Lo único que sé es que después de todos estos años, y pese a todo lo que ha llovido, la mayor parte de nosotros seguimos involucrados en ASU con la misma o más ilusión si cabe que el primer día y seguimos queriendo cambiar el mundo cada día. ¿Casualidad? Tal vez. O tal vez no.
AGRADECIMIENTOS
Me gustaría agradecer y felicitar a Mapayuda por una idea tan buena y original como es esta plataforma, que sin duda ayudará a muchos voluntarios a encontrar su camino y al mundo a ser un lugar un poco mejor.
También, me gustaría dar las gracias a Gaspar González-Palenzuela, por hacer que ASU siga existiendo a día de hoy, por su trabajo y esfuerzo desinteresado durante tantos y tantos años y por haber ayudado a cambiar cientos de vidas en España, Burundi y Nicaragua.
Carlos Bobillo Barbeito
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